domingo, 15 de agosto de 2010
Larry Martin asegura que el jazz “es universal y jamás desaparecerá”
Logroño, 15 ago (EFE).- Larry Martin, batería y director del grupo “Larry Martin Band”, cree que el jazz es “universal y, como tal, jamás desaparecerá, a pesar de que “la gran industria audiovisual no apuesta por esta música porque los imperativos en el jazz son artísticos, mientras que en el pop-rock, son económicos”.
En una entrevista hoy con EFE, tras ofrecer anoche un concierto en el festival Munijazz, que se celebra en la localidad española de Munilla, Larry Martin asegura que el jazz, “a pesar de ser una música joven con apenas cien o doscientos años, jamás desaparecerá”.
En 1967, Larry Martin comienza a tocar pop rock con grupos de Madrid (Condes, Grim, Canarios, etcétera), y en 1973 le llaman para tocar en night-clubes de África y Oriente Medio, donde comienza sus estudios de forma autodidacta hasta 1975, cuando regresa a España.
En 1976 comienza a trabajar en “Tambanova jazz”, un club de Las Palmas de Gran Canaria, donde confiesa descubrir realmente el jazz al trabajar con músicos de la talla de Laure Simpson, Luis Vecchio, Don Jetter o Ero Koivestone.
Fue uno de los fundadores de Guadalquivir y ha trabajado y grabado con artistas de la talla de Salvador, Pedro Ruy-Blas, Tomas Vega, Banzai, Carles Benabent, Kitflus, Javier Mora, Juan Carlos Calderón, o Marcelo Peralta, entre otros.
“Me atrapó el jazz cuando descubrí el directo y el hecho de que cada noche cuentas una cosa diferente en función de cómo te sientas o cómo esté el público”, añade el artista.
Larry Martin dice que el jazz como una música “abierta y creativa”, donde cada noche ocurren cosas diferentes y “eso es lo más grandioso de una música”.
Considera también que “la gran industria prefiere apostar por gente joven, del pop” y subraya que algunos “productos” de esta música “duran escasamente dos, tres años”.
Sin embargo, “quien llega al jazz -enfatiza- lo hace con unos criterios musicales y unas exigencias que apuestan más por un desarrollo musical y artístico, que comercial y económico”.
En 1987 creó la banda que lleva su nombre y que está considerada como uno de los más sólidos y reconocidos grupos de la actualidad en el jazz y uno de los referentes del jazz-blues hecho en España, como avala su trayectoria profesional de más de 20 años.
En su concierto, en Munijazz deslumbró al público con sus temas de blues y jazz interpretados por la vocal Yoio Cuesta, y algunos del que será su sexto CD, que, según Larry Martin, tienen previsto sacar al mercado antes de fin del presente año.
Actualmente se muestra satisfecho de la trayectoria del grupo que dirige y dice que “no han más secreto que la constancia y el trabajo”.
Fuente:costaricahoy.info
Sadie Frost revela su lucha contra la depresión durante su relación con Jude Law
Londres, 15 ago (EFE).- La actriz y diseñadora Sadie Frost sufrió recurrentes episodios de depresión postparto durante sus años de relación con el actor Jude Law, y llegó a hacerse corte en un brazo con unas tijeras.
Frost, de 45 años y que tuvo tres hijos con Law antes de divorciarse, publicará en septiembre próximo su autobiografía, de la que ofrece hoy algunos extractos el periódico “Mail on Sunday”.
La actriz y diseñadora recuerda que cuando conoció a Law en 1990 era una mujer de 25 años, felizmente casada con Gary Kemp, miembro del grupo musical Spandau Ballet, con quien había tenido un niño.
Jude Law era entonces un actor de 19 años aún desconocido, con el que surgió inmediatamente una fuerte atracción física.
“Desde el principio supe que sólo con pensar en Jude estaba poniendo en peligro una vida hogareña idílica, la relación más segura que jamás tendré”, dice Frost, que recuerda que la atracción que sintió por Law y “la intensa ambición” del actor hicieron que finalmente “perdiera el control” y abandonara a Kemp.
La pareja no tardó en mudarse a vivir en el lujoso barrio londinense de Primrose Hill, donde la felicidad duró poco por las constantes ausencias de Law a causa de sus rodajes.
Sobre sus episodios depresivos, Frost señala que ella misma fue quien apretó “el botón de autodestrucción” tras el nacimiento de Rafferty, el primer hijo de la pareja, en 1996.
En aquella ocasión fue cuando se autolesionó, un momento que recuerda así: “Vi mi mano agarrando lentamente unas tijeras. Era como si me hubiera hundido en la silla en la que estaba y las tijeras parecían atraídas por mi brazo. Parecía que me había cortado a mí misma. La sangre empezó a gotear de mis brazos”.
“No sentí pánico. Sólo me sentí vacía”, escribe.
Tras ese episodio, Frost pasó por el hospital y se sometió a terapia y medicación, y un año después se casó con Law.
Pero las depresiones volvieron tras los nacimientos de su hija Iris en 2000 y de su hijo Rudy en 2002, algo a lo que contribuyó un matrimonio turbulento, que terminó después de saberse que el actor mantuvo una relación amorosa con la cuidadora de los niños.
“Jude seguía aceptando muchos papeles y yo ya me sentía muy mal, tratando de mantener viva la relación”, señala.
Sobre el momento de la separación, Frost recuerda que llegó cuando Rudy todavía era un bebé, a la vuelta de unas vacaciones familiares en Tailandia: “Le pregunté si me quería, pero no hacía falta que me contestara. Yo sabía la respuesta. El momento había llegado y supe que la relación con el hombre al que amaba había terminado”.
El divorcio le llevó de nuevo a una clínica para ser tratada de depresión, pero hoy Frost se declara una mujer feliz.
“Cada mañana me despierto con mis cuatro hijos. Nos tomamos al menos siete tazas de té durante el día y por la noche tomamos tazas de chocolate y nos abrazamos. No es algo glamuroso, pero es la vida real y estoy feliz”, asegura.
Fuente:costaricahoy.info
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